Su mirada (Pedro Marín)

Su mirada (Pedro Marín)

Se levantaba como muy tarde cuando sonaba el despertador. Sabía que era importante mantener unas rutinas, horarios, actividades, algo de deporte, buena alimentación.

Se lavaba la cara y la miraba. La observaba buscando fisuras. No podía haberlas. Sabía que no se las podía permitir.

Y así pasaban los días. Por lo general bien, pero eso no quitaba que aquellos en los que le rondaban los síntomas o algún dolor le impedía hacer esos ejercicios de los que se sentía tan orgulloso, una cierta preocupación le invadiera. Es estos momentos volvía hacia ella, le exigía una respuesta, necesitaba sentir que era capaz de continuar, saldría de esta, pero no podría hacerlo sin su aprobación.

Esa noche la lectura le llevó a un sueño profundo y reparador. Hoy antes de que sonara el reloj saltó de la cama. Sabía que ella le iba a dar lo que esperaba. Y así fue, abrió el grifo, juntó las manos formando un cuenco que llenó de agua fresca antes de llevárselo a la cara, frotó y repitió esta operación varias veces antes de levantar la cabeza y buscarla, encontrando allí en el espejo, su imagen con la mejor de sus sonrisas.


Deja un comentario

El Twitter del Globo