Archivo por meses: junio 2019

Días tras día (María de los Ángeles)

Categoría: Me aburro

Colgada del precipicio
de nuestros recuerdos,
vivo suspirando en las
mañanas ilusorias
de cada día.
Aspiro una calada de
aquellas primeras salidas al
nuevo mundo
y camino alzando mis manos,
esperando que me sujetes.
Imagino las tardes de cartas
y las risas bajo las miradas
del ayer…
Reconozco que no hago nada,
pero siento que mi tiempo
aún te pertenece y te pienso,
día tras día…
Por si alguna vez piensas
volver.


Vídeo promocional de DaLee una vuelta al mundo

#DaLee #Parla
¡Estamos de estreno! Y además, entusiasmad@s, porque ya podemos compartir con vosotr@s el vídeo que llevamos meses elaborando para animar a la gente a sumarse al reto de lectura colectiva que lanzaremos A PARTIR DE OCTUBRE DE 2019. Estamos muy orgullos@s de esta nueva criatura que, para su elaboración, ha contado con la inestimable colaboración de muchas personas, especialmente la de Pablo Lapeña, que le ha dado forma segundo a segundo.

En apenas cuatro minutos pretendemos convencerte de que nos ayudes a dar la vuelta al mundo leyendo, ¿seremos capaces? Estamos convencid@s de que sí. Sobre todo si nos ayudas a difundir este vídeo con todas aquellas personas que conozcas.

¡La vuelta al mundo leyendo empieza en Parla!

Este vídeo es una idea original de la Asociación cultural El Globo Sonda y ha sido posible gracias a:

Pablo Lapeña (Dirección)
Asociación cultural El Globo Sonda (Guión y vestuario)
Doctor Persona (Música)
Cristina López (Actuación)
Noa Salazar (Actuación)
David Paraíso (Actuación)
Mara Candel (Actuación)
Carla Candel (Actuación)
Amanda Lapeña (Actuación)
Haiku (Actuación)
Carlos Paraíso (Actuación)
Elena Algar (Actuación)
Carlos Lapera (Actuación)
Pedro Marín (Actuación)
Carlos Candel (Actuación)
Oskar López (Actuación)
Javier González (Actuación y voz en off)
Esther Sańchez (Voz en off)
Sofía Bermudo (Voz en off)
Silvia González (Voz en off)
Sandra Pérez (Voz en off)
Noah Diestro (Voz en off)
Carlos González (Voz en off)
Yanira Ramos (Voz en off)
Soci@s de la Asociación Cultural El Globo Sonda
Mecenas del proyecto de animación a la lectura “DaLee una vuelta al mundo”

Entidades y empresas colaboradoras:


Estatuas bajo el puente (Eva Soria)

Categoría: Puentes y agua

Como cada atardecer Uyara se encaminaba al arroyo que bordeaba el pequeño poblado. El sendero de árboles y matorrales se abría a su paso para mostrarle al final de la vereda el puente de piedra de dos arcos , solitario, sombrío y que la esperaba impaciente, con sus robustas piernas clavadas en el río para ofrecerle su mejor cobijo.
Hoy viernes , la corriente susurraba de un modo distinto, especial . La niña ya acomodada en una de las piedras del puente, observó que en el lado izquierdo del río no se formaban encajes de espuma blanca , ya que el barro y el lodo habían invadido este espacio. Con el potente barro se había creado una extraña figura que enraizaba desde lo más profundo de la tierra, aunque esto no fue lo que sorprendió a Uyara . Esa figura no le era del todo desconocida, esa figura se parecía al viejo carpintero del pueblo y estaba construyendo lo que parecía un pequeño ataúd. Ante esta imagen, la niña solo pudo salir corriendo, sin apenas respirar . Empapada llegó a casa, evitando a su dos tías ancianas .
A la mañana siguiente Uyara se despertó con el sonido seco y acompasado de las campanadas de la iglesia. El himno de la muerte anunciaba el fallecimiento del más pequeño de los vecinos. Según le relataba su tía Natalia , el pequeño se había ahogado en el río al caer del puente por intentar romper una figura gigante, según contaban.
Uyara horrorizada por la visión del día anterior, decidió no volver allí, por miedo a que la corriente del río y el puente se volvieran a comunicar con ella. Ella sabía muy bien lo que esas aguas tranquilas podrían llegar a hacer, porque ella misma años atrás fue encontrada en una cesta de barro y lodo en el lateral izquierdo del río, protegida por uno de los arcos del puente de piedra. Y sus tías, que en realidad no lo eran , le pusieron ese nombre ; porque sí, Uyara era una auténtica ninfa, la mensajera de ríos, riveras y arroyos: la dama del agua dulce.

Ilustración por Sara Soria


Política de privacidad de DaLee una vuelta al mundo

Es fundamental que la leas y aceptes si vas a seguir navegando.

Te invito a conocer los términos de la Política de Privacidad antes de que facilites tus datos personales en ella. 

Menores de edad

En caso de ser un menor de catorce años se requiere el consentimiento de tus padres o tutores para el tratamiento de tus datos personales.

En ningún caso se recabarán del menor de edad datos relativos a la situación profesional, económica o a la intimidad de los otros miembros de la familia, sin contar con el consentimiento de éstos.

Si eres menor de la edad de catorce años y has accedido a este sitio web sin avisar a tus padres, no debes registrarte como usuario.

Regulaciones legales a las que se acoge esta App

La Asociación Cultural El Globo Sonda ha adecuado esta App según la siguiente normativa vigente:

  • Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales

  • Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la protección de las personas físicas (RGPD)

  • Ley 34/2002, de 11 de julio, de Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico (LSSICE o LSSI).

Responsable del tratamiento de tus datos personales

Identidad del responsable: Asociación Cultural El Globo Sonda.

Nombre comercial: Dalee una vuelta al mundo.

NIF/CIF: G88200951

Dirección: Calle Río Ebro, 30. 28981-Parla (Madrid)

Correo electrónico: elglobosonda@elglobosonda.es

Actividad: Registro de usuarios de la App Dalee una vuelta al mundo y registro y cómputo de las lecturas inscritas por dichos usuarios.

A efectos de lo previsto en el Reglamento General de Protección de Datos antes citado, los datos personales que nos envíes a través de los formularios de la App recibirán el tratamiento de datos de “Usuarios de la App”.

Para el tratamiento de datos de nuestros usuarios, utilizamos todas las medidas técnicas y organizativas de seguridad establecidas en la legislación vigente.

Información personal que recoge esta App

Los datos personales recibidos a través de la App Dalee una vuelta al mundo proceden del formulario del registro de tu cuenta.

Los datos que podemos recibir son: dirección IP, nombre y correo electrónico.

Al dar esta información, el usuario da su consentimiento para que su información sea recopilada, usada y gestionada por el responsable del tratamiento.

Veracidad y actualización de los datos

El usuario es el único responsable de la veracidad y actualización de los datos que remita a Dalee una vuelta al mundo.

Tus derechos cuando facilitas tus datos personales

Los derechos a los que los usuarios tienen derecho:

Aquellas personas físicas que hayan facilitado sus datos a través de la App podrán dirigirse a la Asociación Cultural El Globo Sonda con el fin de poder ejercitar gratuitamente sus derechos de acceso a sus datos, rectificación o supresión, limitación y oposición respecto de los datos incorporados en sus ficheros.

Cualquier información que necesitemos almacenar, en virtud de una obligación legal o contractual, será bloqueada y sólo utilizada para dichos fines en lugar de ser borrada.

El interesado podrá ejercitar sus derechos mediante comunicación por escrito dirigida al responsable del tratamiento con la referencia “Protección de datos”, especificando sus datos, acreditando su identidad y los motivos de su solicitud en la siguiente dirección:

Asociación Cultural El Globo Sonda

Calle Río Ebro, 30

28981-Parla (Madrid)

También podrá ejercitar los derechos a través del correo electrónico:

elglobosonda@elglobosonda.es

Finalidad del uso de tus datos personales

Tal y como se recoge en la normativa, te informamos que, a través de los formularios de contacto o suscripciones, se recaban datos, los cuales se almacenan en un fichero, con la exclusiva finalidad de gestionar el registro de tu cuenta y las lecturas que inscribas en la aplicación. Los campos marcados como de cumplimentación obligatoria son imprescindibles para realizar la finalidad expresada.

Únicamente el titular tendrá acceso a tus datos, y bajo ningún concepto estos datos serán cedidos, compartidos, transferidos, ni vendidos a ningún tercero.

La aceptación de la política de privacidad se entenderá a todos los efectos como la prestación de CONSENTIMIENTO EXPRESO E INEQUÍVOCO del usuario al tratamiento de los datos de carácter personal en los términos que se exponen en el presente documento.

En ningún caso se realizará un uso diferente a la finalidad para los que han sido recabados los datos, ni mucho menos cederemos a un tercero estos datos.

Sistemas de información personal

En la App Dalee una vuelta al mundo se captura la información personal a través del:

    • Formulario de registro de cuenta: En este caso los datos personales solicitados son: nombre y email, para poder gestionar el alta de registro de tu cuenta y las lecturas que inscribas en la aplicación. Los datos que nos facilitas estarán ubicados en los servidores de M2M Aplicaciones, proveedor de hosting dentro de la UE.

Existen otras situaciones en las que recabamos tus datos personales:

    • A través las cookies: cuando el usuario navega o se registra en esta web se almacenan “cookies”.  El usuario puede revisar nuestra política de cookies para tener una mayor información del funcionamiento de las mismas.

Links o enlaces externos

Como un servicio a nuestros visitantes, nuestro sitio web puede incluir hipervínculos a otros sitios que no son operados o controlados por la App Dalee una vuelta al mundo. Por ello la Asociación Cultural El Globo Sonda no garantiza, ni se hace responsable de la licitud, fiabilidad, utilidad, veracidad y actualidad de los contenidos de tales sitios web o de sus prácticas de privacidad. Por favor, antes de proporcionar tu información personal a estos sitios web ajenos a la App, ten en cuenta que sus prácticas de privacidad pueden diferir de las nuestras.

El único objeto de los enlaces es proporcionar al usuario la posibilidad de acceder a dichos enlaces y conocer nuestro trabajo, aunque la Asociación Cultural El Globo Sonda no comercializa por sí ni por medio de terceros la información, contenidos y servicios disponibles en los sitios enlazados, ni aprueba, supervisa o controla en modo alguno los contenidos y servicios y cualquier material de cualquier naturaleza existente en los mismos. La Asociación Cultural El Globo Sonda no se responsabiliza en ningún caso de los resultados que puedan derivarse al usuario por acceso a dichos enlaces.

Tiempo de conservación de los datos

Los datos personales proporcionados se conservarán:

    • Mientras esté en vigor el proyecto Dalee una vuelta al mundo y hasta un año después de su finalización.

    • No se solicite su supresión por parte del interesado.

Servicios de terceros con los que trabaja esta web

Para prestar los servicios necesarios para el desarrollo de la actividad, la Asociación Cultural El Globo Sonda comparte los datos con los siguientes prestadores, bajo sus correspondientes condiciones de privacidad.

Las siguientes empresas tendrán acceso a la información personal necesaria para realizar funciones como encargados de tratamiento, pero no podrán utilizarla para otros fines distintos.

También, deberán tratar la información personal de conformidad con la presente Política de Privacidad y la legislación aplicable en materia de protección de datos.

M2M Aplicaciones, con domicilio en Avenida Leguario 49, planta 1, oficina 1. 28981 Parla, Madrid. Más información en: www.m2maplicaciones.es

Aceptación y consentimiento

El usuario declara haber sido informado perfectamente de las condiciones sobre protección de datos de carácter personal, aceptando y consintiendo el tratamiento de los mismos por la Asociación Cultural El Globo Sonda, de acuerdo a lo indicado en la Política de Privacidad.

Datos de navegación

Al navegar por leoquetecomo.com se pueden recoger datos no identificables, que pueden incluir, direcciones IP, ubicación geográfica aproximada, un registro de cómo se utilizan los servicios y sitios, y otros datos que no pueden ser utilizados para identificar al usuario.

Derechos de los usuarios

Cualquier persona tiene derecho a obtener confirmación sobre si en la App Dalee una vuelta al mundo se están tratando datos personales que les puedan o no concernir.

Las personas interesadas tienen derecho a acceder a sus datos personales, así como a solicitar la rectificación de los datos inexactos o bien solicitar su eliminación.

En determinadas circunstancias, los interesados podrán solicitar la limitación del tratamiento de sus datos, en cuyo caso únicamente los conservaremos para el ejercicio o la defensa de reclamaciones.

En determinadas circunstancias y por motivos relacionados con su situación particular, los interesados podrán oponerse al tratamiento de sus datos.

Secreto y seguridad de los datos

La Asociación Cultural El Globo Sonda se compromete en el uso y tratamiento de los datos personales incluidos de los usuarios, respetando su confidencialidad y a utilizarlos de acuerdo con la finalidad de los mismos, así como a dar cumplimiento a su obligación de guardarlos y adaptar todas las medidas para evitar la alteración, pérdida, tratamiento o acceso no autorizado de conformidad con lo establecido en la normativa vigente de protección de datos.

La Asociación Cultural El Globo Sonda no puede garantizar la absoluta inexpugnabilidad de la red de Internet y, por tanto, la violación de los datos mediante accesos fraudulentos a ellos por parte de terceros.

Aceptación y consentimiento

El usuario declara haber sido informado de las condiciones sobre la protección de datos de carácter personal, aceptando y consintiendo el tratamiento de los mismos por parte de la Asociación Cultural El Globo Sonda en la forma y para las finalidades indicadas en esta política de privacidad.

Cambios en la política de privacidad

La Asociación Cultural El Globo Sonda se reserva el derecho a modificar la presente política para adaptarla a novedades legislativas o jurisprudenciales, así como a prácticas de la industria. En dichos supuestos, el Prestador anunciará en esta página los cambios introducidos con suficiente antelación a su puesta en práctica.


Un puente para Parla (Carlos Candel)

Categoría: Puentes y agua

Vivo en una ciudad flotante. Una ciudad cuya historia está vinculada al agua. Repleta de historias, leyendas y reivindicaciones que dan buena fe de ello. Hay rastros del fluido vital por todas partes. Plazas, centros educativos, calles, parques, edificios… Pareciera que la propia ciudad hubiera sido construida sobre una enorme laguna y se mantuviera flotando de forma indefinida. Sin ningún tipo de apoyo, sin agarres… sin puentes. O tal vez sólo aquellos que sirven para huir. Porque en esta ciudad todo parece temblar a nuestro paso, como si su superficie fuera a fragmentarse bajo nuestros pies y nos fuera a arrastrar al fondo de esa laguna ancestral que hace de cimientos. En el fondo hay ballenas, pero sobre todo hay tiburones.

Tal vez, algún día consigamos ponernos de acuerdo y construir un puente. Pero no para escapar de aquí. Sino para conectarnos con el otro lado, para dejar de temer que un día todo esto se hunda.


Puente (Javier González)

Categoría: Puentes y agua

( Una mujer salta la barandilla de seguridad del puente dejando su cuerpo expuesto al vacio. Clava su mirada en las aguas frías y turbias de un río denso y esquivo. Un hombre se acerca a la altura donde está la mujer)

HOMBRE – Hoy no lloverá. Será un día soleado. Un buen día, en definitiva (La mujer no responde). ¿No tendrá reloj por casualidad? …No es necesario que emita sonidos, con negar o afirmar con la cabeza me es suficiente.

MUJER – (Mira su reloj) Once y media.

HOMBRE – Buena hora… (Mira el río) Siempre fue un agua opaca y tenebrosa. Por otro lado, dicen que es lo habitual en ríos muy profundos y de imprevisibles corrientes.

MUJER – No soy de aquí.

HOMBRE – ¿No hay puentes con ríos sospechosos en su ciudad?

MUJER – Le rogaría, si es tan amable, que dejara de hablarme u continuara su camino. No pierda el tiempo conmigo.

HOMBRE – Por mi no se apure… ¿Tiene hijos?

MUJER – Los tuve.

HOMBRE – ¿Murieron?

MUJER – Los imaginé.

HOMBRE – Vivimos de suposiciones, ¿verdad? Solo la muerte es certera.

MUJER – No sé. No hilo definiciones.

HOMBRE – ¿A qué se dedica?

MUJER – Estoy de paso.

HOMBRE – Ya es bastante, no crea. Hoy va a ser un buen día, ya verá.

MUJER – ¿No tiene nada mejor que hacer?

HOMBRE – Para hoy solo tengo un propósito.

MUJER – Pues aférrese a él.

HOMBRE – Desde esta altura, el impacto contra el agua debe de ser demoledor como el golpe maestro de un verdugo…

MUJER – ¿Definitivo?

HOMBRE – Yo diría que sí. Al menos lo justo para no recuperar la consciencia mientras los pulmones se encharcan de agua gélida.

MUJER – ¿Intenta persuadirme?

HOMBRE – Dios me libre. Solo le facilito información de primera mano.

MUJER – Me gustaría estar sola.

HOMBRE – ¿Qué hora es?

MUJER – Se la dije antes.

HOMBRE – Querida. El tiempo jamás queda quieto.

MUJER – (Mirando de nuevo su reloj) Once y treinta y ocho.

HOMBRE – Le agradecería que me avisara a las once y cuarenta. ¿Quiere que llame a su marido?

MUJER – ¿Perdón? No estoy casada.

HOMBRE – ¿También lo imaginó?

MUJER – ¿A quién?

HOMBRE – A su marido.

MUJER – Se lo pido por última vez. Déjeme en paz. Sola. No tengo marido, no tengo hijos. No tengo nada. No soy nada. Estoy de paso, siempre he estado de paso. Si quiere saber la hora, coja mi reloj yo no lo necesito. Pero váyase de una vez.

HOMBRE – Me gusta. Tiene carácter. No sé qué la ha llevado al lado del abismo. ¿Un desamor, quizás?

MUJER – Por favor.

HOMBRE – La vida por sí sola no es suficiente, ¿verdad?

MUJER – Qué sabrá usted.

HOMBRE – Más bien poco. (Mira el reloj de la mujer) Once y cuarenta. (El hombre, sin mediar mas palabra, se lanza al vacío para caer sin emitir sonido alguno al agua que engulle su cuerpo sin dejar rastro de él)
(La mujer no puede dejar de mirar) (Con lentitud vuelve al lado seguro de la barandilla)


Puentes con fisuras (Carlos Gamarra)

Categoría: Puentes y agua

El río se cuela por los ojos
sin saber dónde acabará
a veces manso a veces fiero
a veces como un colegial

Todos tenemos
algo de puente
algo de río

Pero si yo fuera puente
cuanta pena sufriría
por no retener al río

Tan rápido pasó el agua
y tan hondos sus suspiros
que allí quedó bautizado
como Puente del Olvido

 

Carlos Gamarra
Mayo 2019


Vagos recuerdos del Jabalón me acercan a las fiestas del agua (Rafael Toledo Díaz)

Categoría: Puentes y agua

Un nuevo mes y mis compañeros del Globo Sonda me invitan a escribir para la sección de La Caja Negra. En esta ocasión el tema va de puentes y de agua.
¡Uf!, me siento frente al teclado y me pongo a la tarea tratando de vencer la pereza. A pesar de las múltiples opciones y posibilidades, no me resulta nada fácil.
Mis escritos siempre los genera un hecho concreto y, por eso, recurro a la nostalgia rebuscando imágenes y situaciones de la niñez para poder relatar sobre el tema propuesto.

El agua en La Mancha siempre ha sido un bien escaso. Los ríos que recorren el páramo son muchas de las veces rasguños en el paisaje pardo y árido. Lo define muy bien el poeta calzadeño Pedro A. González Moreno; aunque en este caso concreto se refiere al Azuer, bien puede aplicarse a muchos de los afluentes del Guadiana, como el Záncara, el Cigüela y también el Jabalón. Sobre ellos dice el poeta: sus cauces parecen a veces, más que un curso de agua, un leve hilo de luz, un relámpago titubeante y mortecino que viaja de la nada a la nada bajo los incendiados cielos de la Mancha.
Creo que nunca fui especialmente atrevido y apenas, osado. Mis limitadas correrías infantiles y adolescentes siempre sucedieron en lugares al norte de la ciudad, en la sierra, en el Peral o en “Las aguas”. La noche llegaba por el oeste y por allí corría el Jabalón, del que siempre tuve recelos durante el ocaso y rara vez se planificaba una excursión al río, ni siquiera para merendar aquel pan y chocolate de la niñez.
A pesar del escaso caudal, en mi memoria infantil, su entorno siempre ha significado peligro, ya que las cercanas norias rodeadas de cañaverales, los saltos que regulan su lecho y las posibles pozas, eran de vez en cuando noticias luctuosas sobre accidentes y desenlaces trágicos y dolorosos.
Salvo algún renacuajo, había poco que pescar en el Jabalón, amén de algún susto o sobresalto al andorrear entre carrizos, juncos y eneas. Resulta curioso, porque ni siquiera el Jabalón a su paso por el término de Valdepeñas goza de las exiguas sombras que pueden proporcionar el bosque en galería. Aunque siempre hubo planes para repoblar los márgenes de arbolado, hay grandes tramos pelados de vegetación.
Sus escasas aguas sirven para regar los majuelos cercanos a su cauce, un cauce que es sobrepasado por algunos puentes. El más emblemático de ellos y que perdura en mi memoria es el Puente de San Miguel, un paraje situado al sur de la ciudad del vino y que apenas soy capaz de visualizar en el recuerdo.
Sin embargo, mi edad adulta consigue que me atreva con la posible metáfora a la que también me invitan mis amigos del Globo Sonda.
El río y su corriente pueden ser el reflejo de nuestra vida, un largo camino, un recorrido a veces seco o caudaloso, en función de nuestros logros y satisfacciones personales. Los puentes de piedra robustos, como el de San Miguel, nos sirven para sortear las adversidades que aparecen en nuestra existencia.
Y vienen a mi mente canciones sobre puentes que canta mi admirado Pedro Guerra, puntos de vista interesantes y que me ayudan a entender el mundo que me rodea y a sentir mi lugar:

Y arriba del puente
están los de arriba
están los de abajo
que es menos que arriba
y luego está el puente
que es menos que abajo
Yo pienso en mi casa,
mi amor, mi trabajo…

Pero cuando añoro la tierra donde nací y, alentado por un vaso de vino, soy alegre y desenfadado, me atrevo a entonar, aunque desafinando, el estribillo de la coplilla manchega que dice:

Por el río Jabalón
bajaba un submarino
por el río Jabalón
bajaba un submarino
cargado de borrachos,
todos amigos míos
rumba, la rumba, la rumba
la rumba del cañón.

Más quisiera el Jabalón que por su cauce discurriera un sumergible; ni siquiera en su mayores desbordamientos, que ocurren muy de tarde en tarde, puede suceder semejante disparate. Siempre he pensado que esta copla es un divertido desvarío propio de los efectos etílicos, como su letra expresa.
Un submarino surcando el páramo manchego es una quimera fantástica, un delirio, que bien pudiera compararse con la leyenda de la Ballena en la sufrida ciudad de Parla, una ciudad del sur metropolitano que, cada año, celebra en el mes de junio la llegada del agua como uno de los mayores logros del vecindario. Una población discontinua, esporádica y desmemoriada, como el cauce del Jabalón. Una villa que ya apenas recuerda al mártir de aquella gesta. Sólo una anodina placa invita a rebuscar en su reciente historia noticias sobre aquella gran reivindicación de los últimos años setenta, una demanda tan necesaria como justa.

Fdo: Rafael Toledo Díaz


El puente y la niebla (Carlos Lapeña)

Categoría: Puentes y agua

Aquella mañana trajo dos novedades al pueblo. Una, la niebla que ocultaba el río y amplificaba el rugido de sus aguas bravas. Y dos, el puente.
El puente había aparecido de repente, así, sin más, inexplicablemente, emergiendo de la niebla como una lengua de piedra.
El pueblo entero se fue congregando junto a él, intrigado, pero a la vez admirado. La verdad es que parecía imponente, una obra de ingeniería espléndida… Al menos la parte visible, porque la niebla ocultaba buena parte de la construcción, como ocultaba el río abajo, y la otra orilla, al fondo.
Hombres, mujeres, viejos, jóvenes, niños y niñas, todo el pueblo se agolpaba ya junto al puente, a la entrada del piso de piedra que avanzaba desde la orilla hasta ser engullido por la niebla.
El silencio inicial dio paso al murmullo colectivo, a comentarios y preguntas y especulaciones. Pero el silencio volvió de golpe cuando el perro de la Herminia, un labrador negro, joven e inquieto, avanzó por el piso de piedra, estrenó el puente y se adentró en la niebla. Y un murmullo de incredulidad lo siguió cuando el hijo de la Herminia, el pequeño Cosme, de seis añitos recién cumplidos, echó a correr tras su perro, por el puente y la niebla.
Parecía la señal que todo el mundo estuviera esperando, porque hombres, mujeres, viejos, jóvenes, niños y niñas, y perros, avanzaron por el puente y se adentraron en la niebla, sobre el furioso bramar de las aguas bravas del río.
Y nunca más se supo.

Y hoy, el pueblo sigue allí, deshabitado. Y el río de aguas turbulentas también. Y también el puente de piedra y niebla que nadie sabe qué une ni qué separa.


La plaga (Carmen Paredes)

Categoría: Puentes y agua

Fachid Fachid Fachid
otra vez las depredadoras
irrumpen en tu agua
Y se atraganta el puente
en el fluir de la esencia

Carmen Paredes
May/2019


El Twitter del Globo