¡Vota! Drama electoral mudo en un acto y tres finales (Carlos Lapeña)
Categoría: Erecciones generales
Para leer escuchando Maple Leag Rag, de Scott Joplin:
Él, apuesto y elegante, visiblemente satisfecho de sí mismo, se acerca al colegio electoral. Las paredes de los edificios próximos, por donde camina, están empapeladas de carteles con su rostro y la leyenda “¡Él, presidente!”.<
El colegio está concurrido, pero a medida que Él avanza, los demás votantes se hacen a un lado, de modo que consigue situarse ante la mesa sin tener que esperar.
Estrecha la mano de las componentes de la mesa, todas mujeres, y los interventores y apoderados. Entrega a la presidenta su carné de identidad. La presidenta lo lee en voz alta y todos buscan y marcan en sus listados. Los demás votantes observan atentos.
Él, siempre sonriente, saca del bolsillo interior de su chaqueta un sobre. A una señal de la presidenta, introduce el sobre en la urna.
Apenas ha entrado, el sobre sale disparado del interior de la urna. La urna lo ha expulsado. Él, los ojos muy abiertos, tarda en reaccionar. Uno de los interventores toma el sobre del suelo y se lo entrega. Murmullos entre los testigos.
Él vuelve a introducir el sobre en la urna, pero es expulsado de nuevo.
Sonrisas.
Él, visiblemente contrariado y receloso, repite la acción, con idéntico resultado.
Risas.
Él se enfada e increpa a la mesa.
FINAL 1º
Él, resignado, desiste. No vota. Se va.
FINAL 2º
La presidenta de la mesa, le indica que se desnude. Él se extraña, duda, pero bien por la presión del grupo, bien por el despertar de su instinto exhibicionista, se desnuda completamente. Mesa, interventores y ciudadanos comentan su desnudez, señalando, comparando, incluso palpando… Él desnudo vota con éxito.
FINAL 3º
Él se irrita y gruñe, grita, increpa a la mesa. Las componentes de la mesa, sin perder la compostura, hacen una señal a los interventores. Todos se levantan, se acercan al nombre, lo rodean. Los ciudadanos se suman.
Cuando se desbarata el tumulto y se abre el círculo, Él ha desaparecido y en su lugar aparece un niño que, ahora sí, aupado por la presidenta de la mesa, introduce su voto en la urna, ante la aprobación de los presentes.
Carlos Lapeña Morón, 2019
1 comentario
Manuel Trigo.
abril 9, 2019 en 5:43 pmBuena idea los finales alternativos, jejejeje.