¿Te acuerdas, J.A.? (Carlos Lapeña)
Categoría: La caja negra

El mundo no se achicaba por no saber inglés
americano,
se mantenía fiel a su tamaño
parecido al nuestro, más cambiante.
El mundo era femenino,
nocturno y algo perro,
viajábamos en coche, azul, por los afluentes
que en ocasiones confluían en amplias avenidas
atestadas de maniquíes
en curiosas coreografías.
El mundo era tan redondo
como un balón de baloncesto,
como el sol del invierno a mediodía,
como el fin de semana con ellas en la disco.
El mundo no se achicaba por la ausencia de idiomas,
idiomas hablados,
pero llegaron los lazos y las desapariciones…

Y el mundo amplió sus fronteras
y se redujo por los extremos.