Espuma del tiempo (Ismael Sesma)
Categoría: La caja negra

Pasear sin reloj, sin rumbo, incluso sin móvil. Gastar bastón. Ver al prójimo en la tarea y sonreír sus afanes. Sabe más el diablo por viejo. Gatillazos sin pistola. Sí, se puede. Ir a buscar a los nietos; sus caras de sorpresa, el cosmos en sus ojos. Arritmias que van y vienen; tic tac, tic tac. Me hace falta un pastillero. Comida con los amigos, risas hasta de la propia sombra. Dolor de rodillas. Charlar con el gato.
Ser autónomo, vestir de colores. Los derechos no son gratis, se conquistan. El tiempo chorrea entre las manos. ¡No sea triste! Una porción de expectativa, otra de ilusiones, unas gotas de nostalgias, un golpe de miedo y rayadura de futuro; agítese y sírvase a temperatura ambiente. El reloj del abuelo, en el salón, todavía. ¿Dónde habré dejado las gafas? El peso de las ausencias. El poso de las ausencias. La tecnología abruma, las piernas duelen, sobre todo en verano. Ilusión de casi todo, servida en vaso de chupito. Casi nada es intrascendente. Insomnio secundario. Madrugar por placer, explorar caminos. Ver fotografías color sepia; comparar, o no. La parca, en bastidores. Conversar, debatir, despotricar; empatizar. Silencio, que no soledad. Mi sillón, que envejece conmigo. Soplar las velas, superponer pasado y presente. Todavía vinilos que suenan como ángeles. Una copa de vino. ¿Te acuerdas de? Todo es relativo, hasta lo imprescindible. Alimentación sana, ejercicio sostenido, apoyo emocional: ¡bingo! Turismo de balnearios y tanatorios. Este mundo es otro, el nuestro lo liquidaron a precio de saldo. Trasegar cultura. Solitarios y soliloquios. Caricias. Lo urgente, lo importante, lo por hacer. Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar. La juventud apenas baila. Dignidad de los años. ¿El futuro?, acompáñeme, en esas estoy.
