Humo (Eva Soria)
Categoría: La caja negra
Aunque distintas, todas las personas a las que las autoridades habían agrupado en la ladera de la sierra, presentaban el mismo cuadro clínico: Aturdimiento crónico.
No se sabía muy bien si esta nueva epidemia iba a superar a la anterior, lo que estaba claro es que al fin la élite del territorio nacional había encontrado, por casualidad, la clave para perdurar en el poder sin grandes complicaciones.
Según algunos medios de comunicación clandestinos, el origen de este nuevo comportamiento de masas no estaba bien definido, lo importante era el resultado.
Apartados de la urbe y alimentados por las sesiones de los nuevos vendedores de humo, la vida en aquel paraje parecía fácil. Solo necesitaban escuchar lo que querían oír, por eso no necesitaban ningún tratamiento médico para superar el estado de atolondramiento en el que se ahogaban desde hacía años.
Las reuniones, las luchas, las concentraciones, las protestas, el debate, la ilusión de antaño se habían desvanecido, hibernaban para dar paso a un estado de alienación consentida.
Tras las montañas otro asentamiento tomaba forma, pero los que allí vivían, tenían los sentidos bien despiertos. La extraña plaga no había producido en ellos ningún estrago. Sabían que no había mejor antídoto que permanecer al margen de las necesidades creadas por ellos mismos.
Y así, la vida de los nuevos aturdidos correteaba por la ladera de la sierra sin tropiezos porque ya no había barreras que saltar, ni laberintos donde perderse para descubrir nuevos horizontes. Tampoco pensaban en ninguna cura porque no eran conscientes de su enfermedad.
Al anochecer, los megáfonos de la plaza escupían una melodía programada que apaciguaba, si cabe aún más, el aturdimiento de esta nueva hermandad y el eco de las montañas rocosas devolvía incansablemente un Wonderful life.