El huevo de la avutarda (Carlos Gamarra)

El huevo de la avutarda (Carlos Gamarra)

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Categoría: La caja negra

Siendo yo muy niño, mis primos me llevaron al hoy en día Parque Nacional de Cabañeros, ellos con intención de atrapar unas pocas perdices y yo espantando pájaros y mirando a los conejos, que los había a montones.

De repente, el mayor de mis primos me sujeta y dice “quieto, mira, una avutarda”. Al principio no la veía, porque se mimetizan con el paisaje, pero por fin pude ver un ave grande, mucho más que una gallina. Luego supe que era un macho, y que llegan a pesar hasta dieciséis kilos. Las hembras sólo seis.

En el momento que nos vio, echó a correr primero y después a volar. Al principio, torpemente, hasta que se estabilizó, y más tarde, con un vuelo majestuoso.

Otro de mis primos dice “pues la puesta de huevos no debe andar muy lejos”. Normalmente suelen poner tres huevos y los cubren de forraje y hierbas para evitar que se los coman otros animales. La hembra los empolla durante casi un mes y lo normal es que sobreviva uno sólo de los tres.

Después de buscar por allí durante un buen rato, pudimos ver ciervos, venados, milanos y otros animales, pero los huevos de la avutarda, si es que estaban por allí, no pudimos verlos y tuvimos que volvernos algo frustrados.

Así terminó aquella excursión, en la que no encontramos ni un solo huevo de la avutarda.

Devavanya, Maïarsko

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