Ha empezado (Carlos Lapeña)
Categoría: La caja negra
—¿Lo hueles?
—Lo huelo.
—Ya ha empezado, entonces, ¿verdad?
—Tenía que pasar, no podemos decir que nos pille por sorpresa.
—Me cuesta trabajo creerlo… Me negaba a creerlo, realmente.
—Pues ya está aquí. Voy a asegurar las ventanas y las puertas.
—Hay toallas en el armario del pasillo y la cinta adhesiva está en el chifonier. Que no quede ni una rendija, por favor. Yo me encargo de los ambientadores.
—Manos a la obra… Ahora es más intenso.
—Sí, me recuerda el patio de la casa de tus padres, en el pueblo.
—Es verdad, una mezcla de azahar y hierba buena, intenso, pero al rato cargante.
—¿Llamamos a tus hermanas?
—Después. Vamos a sellarlo todo primero. Además, ya lo habrán olido también ellas.
—Las redes están que arden. ¿Ponemos la radio?
—¿De verdad quieres escuchar a esos bastardos? No, por favor.
—Tienes razón. Sigo esperando oír una voz de apoyo. Soy una ingenua.
—Por este lado me ha olido a vainilla.
—A madera, aquí.
—La verdad es que se lo han currado, ¿eh? Nunca había sentido tantos olores en tan poco tiempo…
—Y a pesar de ser tantos, son perfectamente distinguibles, no se solapan, no se amalgaman, en realidad son olores limpios a pesar de ser tantos…
—Ya podían ser tan escrupulosos y profesionales para todo, coño.
—No nos quieren, no nos quieren.
—Son unos desagradecidos.
—Con mala memoria.
—Qué habría pasado en esos momentos tan delicados. Dónde habría estado “su” presidente.
—Ninguno está a la altura, desde luego.
—Qué desastre. Es inútil. El olor se mete por todas partes.
—Inevitable.
—Ya están aquí, ¿lo notas? Es el fin…
—Ay, por favor, es insoportable. Están al otro lado ya, puedo sentirlo.
—Y yo… Dios mío…
—Y ahora este hedor… Huele a mierda, cariño. ¡A mierda!
—…
—¡Pero esta peste no viene de fuera…!
—No me mires así. Lo siento.
—Es que se lo ponemos a huevo, caramba. Puedo imaginar los titulares: La corona apesta, el rey se caga… Anda, ve a limpiarte antes de que tiren la puerta abajo.