Malos tiempos (Ismael Sesma)

Malos tiempos (Ismael Sesma)

Categoría: La caja negra

Tansis salió a la arena, que refulgía por el efecto combinado de los dos soles, y miró a su alrededor. En las gradas, cientos de seres de variadas formas, tamaños y colores, se hermanaban en un grito que, desde sus diferentes aparatos de fonación, ascendía como una ola que desbordaba el graderío. Olió la expectación; esperaban un buen espectáculo.

Al otro extremo del recinto, una puerta gemela a la que había atravesado hacía unos momentos se abrió. El rugido de la multitud se apagó. Tansis entendió que tendría que pelear a muerte. Su contrincante, que le superaba en altura y corpulencia, saludó a los espectadores y con paso firme se le acercó. El amasijo de gritos de los espectadores volvió a llenar las gradas; pedían sangre. Desde los primeros golpes, Tansis entendió que nunca vencería en un combate de fuerza contra fuerza. Generó feromonas de miedo, que esparció con movimientos rápidos. El gigante se detuvo, olió su temor y se confió. Después de evitar y parar como pudo varias acometidas, Tansis aprovechó un descuido del gigante y le desarmó. Su oponente le ofreció el cuello desnudo. La muchedumbre calló durante unos segundos, sorprendida, pero el griterío reapareció para que Tansis rematase la pelea.

Tansis, en cambio, se dirigió al palco y se despojó de las armas. Los espectadores se removieron, incómodos. No lo haré, proclamó en su idioma. El tiempo quedó en suspenso hasta que un haz frío y azul emitido desde la tribuna acabó con su oponente. Tansis pudo oler la carne abrasada a su espalda. Malos tiempos para la paz, pensó en el momento en que el segundo disparo azul le alcanzó.

glowing electrical discharge on dark background

Deja un comentario

El Twitter del Globo