¡Ya vienen! (Carlos Candel)

¡Ya vienen! (Carlos Candel)

Categoría: La caja negra

Los he vuelto a ver merodeando por nuestra comunidad. No nos dejan tranquilos. Vienen como los gatos, agazapados tras las sombras, a punto de saltar sobre su presa. Antes eran más descarados, pero tras las últimas respuestas de algunos vecinos armados, han empezado a venir con más cautela. Siempre de noche y en silencio, en pequeños grupos, como malditos furtivos. Y siempre buscan lo mismo: nuestras baterías.

Papá ha tenido que comprar un arma desde lo del apagón. Un día tuvo que descargarla al aire para ahuyentar a un merodeador solitario. Por suerte se fue, pero yo estaba muy asustada, me pasé varias noches sin poder pegar ojo y teniendo que irme a la cama de mis padres para no tener pesadillas. Por aquí ya no viene la policía. Antes siempre andaban husmeando nuestras casas, en busca de enganches ilegales a la luz. Era por seguridad, decían. Pero ahora que estamos de verdad en peligro, no aparecen.

3123 días sin luz en la Cañada Real fueron más que suficientes para que, llegado el Gran Apagón, ya estuviéramos preparados. Aquí no tenemos problemas de energía. Nos acostumbramos a hacer los deberes bajo la luz de una vela, a caminar para ir a la escuela, a abrigar las frías noches de invierno con calor humano y gruesas mantas de lana, y a ducharnos con agua fría en cualquier época del año. Mamá dice que “no debemos estar agradecidos, fuimos sobrevivientes y ahora nos hemos convertido en supervivientes”. Aprendimos a aprovechar la energía del viento y del sol para usarla en lo estrictamente necesario, en lo imprescindible. Y, ahora, aquellos que clamaban por mantenernos a oscuras, tratan de robarnos la poca luz que tenemos.

¡Dispara, papá, que ya vienen!


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