Cajas de colores (Javier González)
Categoría: La caja negra
(Una pareja cualquiera, en una casa cualquiera de una ciudad cualquiera de un país cualquiera en un continente a elegir)
EL – ¿Has repasado la lista?
ELLA – Llevo tres meses estudiando punto por punto la maldita lista.
EL – No maldigas a quien vela por ti.
ELLA – ¿Que no qué?
EL – Maldices la lista. Mi lista. La misma que tan concienzudamente elaboré para salvaguardar nuestra felicidad.
ELLA – Imagino que has ensanchando unas cuantas tallas después de soltar la frasecita.
EL – Sabes, tan bien como yo, que es la mejor manera de disfrutar de unas merecidas vacaciones. Alguien tenía que ocuparse y yo realicé el esfuerzo.
ELLA – A veces creo que…
EL – ¿Qué? Vamos suéltalo. No dejes en cuarentena lo que piensas. Contenerse produce hiel.
ELLA – Y atracarse de chacras provoca indigestión mental. Empecemos a cargar antes de que me arrepienta.
EL – ¿Insinúas que…?
ELLA – Oh, por dios. Cállate de una vez. Ya tienes tu lista ¿no?, pues comienza por el principio y no hables más.
EL – Como ves he dejado todos los elementos a transportar colocados en grupos. Yo voy enumerándolos y tú los vas metiendo en las cajas de colores que he dispuesto para cada uno de ellos. Luego las introducimos por escala cromática en el maletero. ¿Alguna duda?
ELLA – La existencia de dios. La monogamia. El destino. ¿Qué hago aquí? Mil dudas que a buen seguro tu lista no va poder contestarlas. Qué va primero.
EL – Caja roja… Paquete de cien mascarillas reutilizables. Cuatro botellas de litro de gel hidroalcoholico , cinco aerosoles desinfectantes. Diez juegos de gafas protectoras sin graduar. Quince cajas de guantes desechables. Cuatro termómetros de precisión. Desinfectante de suelas. Cuatro trajes EPI completos para caso extremo de desalojo grave. Dos toallas de tres por tres metros para asegurar el distanciamiento adecuado. Diez paquetes de toallas de playa desechables. Dos caretas de buzo completas para bañarnos con seguridad y un detector de virus de gama alta.
ELLA – ¿De cuántos colores se compone la expedición?
EL – Tenemos la caja roja, la amarilla, la verde, la azul, la siena, la naranja, la morada, la rosa y la turquesa.
ELLA – ¿Sabes?
EL – Soy todo oídos.
ELLA – Que ante semejante avalancha de cajas, no veo sitio.
EL – Esta todo estudiado al milímetro. No cabe la improvisación en esta aventura. Nada sobra y nada falta.
ELLA – Sí que sobra.
EL – ¿El qué?
ELLA – Yo.
EL – ¿Tú?
ELLA – Vete solo. Tienes mi bendición. No temas, podré soportar tu ausencia. Disfruta de tus vacaciones.
EL – Es normal que el estrés vivido estos meses te haga decir barbaridades. Sabes de sobra que son nuestras vacaciones.
ELLA – ¿Vacaciones? ¡Los cojones! (Se va dando un portazo) (Vuelve de nuevo) Y si cuando vuelvas no estoy, no me busques, estaré infestada hasta las tetas. (Ahora se va definitivamente)